Nadie
quiere llorar, pero derramar lágrimas no es perjudicial; más bien al contrario,
es beneficioso para la salud mental y física. Después del llanto, se entra en un
estado de cierta relajación…
1.
Elimina emociones negativas: Llorar hace que las
emociones (rabia, ira, angustia, entre otras) broten de manera física y
disminuyan las sensaciones negativas que generaron el llanto.
2. Ayuda
a aceptar el error para corregirlo: Si se llora por un motivo en especial, como
un error, y se aprende, la persona inició una nueva evolución. Esto genera
cambios importantes en la vida.
3. Expresa
sentimientos: Desde bebés nos comunicamos por medio del llanto. Siendo adultos,
seguimos expresándonos por este medio. Llorar visibiliza nuestros sentimientos.
4. Es
un grito de ayuda: Cuando lloramos, indirectamente, estamos enviando el mensaje
de que queremos ser socorridos.
5. Genera
bienestar: Luego del llanto aparece una sensación de alivio, de desahogo, de
descanso, que libera la presión retenida.
6. Ayuda
al autoconocimiento: Al llorar reconocemos nuestras propias debilidades y
nuestras cualidades para asumir el mundo.
7. Elimina
toxinas: Las toxinas bloquean las emociones y entristecen los días. Pero además
llorar ayuda a combatir las bacterias que se acumulan en la vista, al limpiar
el canal visual y evitando la resequedad de los ojos.
8. Libera
el estrés: Genera liberación de adrenalina, (hormona encargada de la activación
de nuestro sistema nervioso) y noradrenalina (conocida como la hormona del
estrés), que ayudan a eliminar la tensión física y
emocional.
Sin
embargo, no es necesario andar llorando todo el tiempo ni a cada rato y que es una
conducta que debe ser modulada de acuerdo a ciertos patrones sociales de
comportamiento. Por ejemplo, nadie espera que se llore por miedo o vergüenza,
entonces si se produce es porque hay un desequilibrio, o que es distinto llorar
acompañado que hacerlo solo.
Sobre ese
aspecto, el tipo de llanto dependerá de la persona. “Hay personas más retraídas
que tienen llantos silenciosos y otras extrovertidas que se descontrolan con
gritos y pataletas”, pero cómo se exprese dependerá también de la emoción que
brota, si es reciente o se ha guardado por mucho tiempo y estallará como
catarsis.
Consecuencias
de reprimir el llanto
Por
el contrario, reprimir el llanto no favorece la salud. Sin embargo, socialmente
tiene una connotación de debilidad y muchas personas, en su mayoría hombres,
tienden a cohibirse. Están más vetados los hombres que las mujeres para dar
rienda suelta a sus emociones;
pueden expresarlas, pero no demasiado, ante el riesgo de parecer demasiado sensibles, débiles e
inseguros.
Por este motivo, es crucial que desde la infancia se eduque a
los niños para que expresen
sus sentimientos y comuniquen sus emociones. Es una válvula de escape
y, como ocurre con una olla a presión, si una persona las reprime al límite y no se permite derramar lágrimas
cuando lo necesita, cuanta más presión tenga, esa emoción se manifestará de
forma más incontrolable.